Pura mala suerte.



Hoy, me salgo de mis tipicos posteos con partes de mis libros y relatos cortos para desahogarme. PUTA MALA SUERTE LA MIA JODER.
Resulta, que dentro de 7 días, entro a la universidad. Genial, nueva vida, nuevas experiencias...y nuevo camino para recorrer yo sola :) No estoy en la carrera que quiero, pero aun asi, sigo en lista de espera con esperanza de entrar en la carrera de mi vida...sería completo.
Pues bien, después de 3 malditas semanas para poder entrar y con numeros de lista como 13 y 7....a una semana de entrar en clase, y teniendo en cuenta que las listas bajan cada lunes y el lunes dia 4 comienzan las clases...
TENGO EL MALDITO NUMERO 1 EN LISTA DE ESPERA!
Frustración es lo que siento, pero a la vez...tranquilidad. Puede que los sueños si se hagan realidad y finalmente...pueda dedicarme a lo que realmente quiero.
Traducción para el mundo editorial...allá voy! :D

Vivir sin vida.


- ¡Traed a la siguiente tanda!
Natasha Petrov, sentada sobre un frío suelo de piedra mohosa escuchó la orden dada desde el otro lado de la habitación. El miedo la invadió de nuevo erizándole los pelos de la nuca, haciéndola temblar… y también pensar.
Hacía solo 3 semanas su vida había sido normal, como la de cualquier veinteañera. Tenía sueños, inquietudes, deseos, tenía fuerza para coger el mundo con una sola mano. Un día que había quedado para tomar un café con Alexia, su mejor amiga, esta había llegado agitada y emocionada moviendo una hoja de papel en su mano y con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¡Mira! – había dicho Alexia sonriendo.
- ¿El que Lexi?
- ¡Esto! – y dando un golpe seco en la mesa le había plantado el anuncio delante de los ojos.
En negrita y con letras grandes en un folio se podía leer:
Se requiere joven señorita para casting de modelaje. Que supere el 1.75. No se requieren referencias. Interesadas llamar al 495871 10 01.
No fue fácil, pero Alexia se salió con la suya y tras una larga discusión arrastró a Natasha al casting.
Dos horas después y ataviada con su mejor ropa para salir, Natasha esperaba a Alexia a unas manzanas del lugar donde realizarían el casting para la agencia de modelos. Dentro del edificio de cinco plantas ambas cogieron un destartalado ascensor que subía los pisos a trancas y barrancas. Una vez dentro del lugar, en el tercer piso, les tocó esperar 30 minutos en una sala de espera antes de poder ser atendidas. Cruzando el umbral de la puerta de madera lacada había una enorme mesa rectangular de aluminio con tres personas sentadas a sus espaldas, dos hombres y una mujer.
- Buenos días señoritas… - un hombre de cabello negro azabache y perilla miró la lista y frunció el ceño. – ¿Natasha Petrov y…Alexia Romanov?
- Sí. – dijeron al unísono.
- Entonces comencemos… - dijo el tercero, de melena castaña y ojos oscuros, fríos y perturbadores.
La sesión transcurrió sin ningún incidente en el que tuvieron que hacer gala de todas sus armas, que no eran pocas. Una caminata de aquí a allá, una vuelta sobre sí misma, un poco de expresión facial, y toma de medidas.
Cuando la prueba acabó todas las chicas fueron llamadas en grupo para anunciar el nombre de las elegidas, y disculparse por aquellas que no había podido ser escogidas en aquella ocasión.
- Señoritas – anunciaba la pelirroja. –aunque ha sido una elección complicada la nuestra, tenemos a tres ganadoras.
Natasha suspiró nerviosa, le sudaban las manos.
- La elegidas son… - hizo otra pausa, una pausa en la que Natasha y Alexia olvidaron respirar. – Nina Lébedev, Marya Ivanov y… - de nuevo silencio, esta vez más cargado de tensión que nunca. – Y Natasha Petrov, felicidades a las tres.
Natasha se quedó paralizada. ¿Ella? ¿Había dicho su nombre?
De repente un grito resonó en la sala.
- ¡Aaaaah! – Alexia se lanzó a sus brazos eufórica. – Lo conseguiste Sasha ¡El puesto es tuyo! – y volvió a abrazarla.
Tras unos segundos de desconexión del mundo, Natasha logró reaccionar abrazando a su amiga y saltando con ella de pura emoción. Poco después con un beso de despedida y la promesa de llamarse por teléfono luego para contarse detalle a detalle cada cosa, Natasha y Alexia se despidieron en la puerta del edificio.
- Acuérdate de todo ¿eh? No quiero que omitas ningún detalle. – dijo alegremente Alexia, marchándose sobre sus pasos.
Diez minutos más tarde de la marcha de su mejroamiga y con un bolígrafo azul en la mano Natasha se encontraba sentada en un escritorio justo enfrente del hombre castaño del jurado, y con un contrato delante que no tardó en firmar sin leer.
- Bienvenida a bordo Natasha, mañana a primera hora de la mañana esperamos en el aeropuerto para coger nuestro avión privado. Es un placer contar contigo.
Salió del edificio a una calle que ya estaba iluminada por las luces anaranjadas de las farolas que se extendían a lo largo del paseo como un grupo de luciérnagas en fila india. Con cada paso que daba un pensamiento abrumaba su cabeza. Apenas 12 horas para dejar atrás toda su vida solo para embarcarse en un proyecto de dudoso éxito.
***
A la mañana siguiente y con apenas un poco de colorete en las mejillas y rimel en las pestañas, bajó lentamente las escaleras de la casa en la que vivía con su padre y sacó las maletas al porche. Luego volvió a entrar en la cocina buscando con la mirada la libreta de notas que utilizaba la compra. Garabateó una improvisada despedida y salió al pasillo para echarle un último vistazo a su casa. La casa en la que se había criado. Se tocó el medallón de su madre y se metió en el taxi que la esperaba fuera y la llevaría al aeropuerto.
Una vez allí buscó la terminal de salida de los vuelos privados y le llevó más de 15 minutos encontrar el sitio correcto. Cuando llegó al lugar, este estaba desierto y solo se encontraba Matías de pie en la inmensidad de aquella terminal.
- Creo que llegué temprano, no sabía que…
Las palabras murieron en boca de Natasha cuando Matías sacó de su espalda una pistola Glock 17 en color negro mate y le apuntaba discretamente al pecho, a una corta distancia. Horrorizada levantó la vista hacia Matías que sonreía sádicamente y miró a los alrededores para comprobar que se encontraban solos. Con el miedo empapándole los huesos Natasha se movió junto a Matías en dirección al Jet y subió las escaleras, temblando. Dentro, sus compañeras amordazadas la miraban con los ojos anegados en lágrimas.
- No, no me hagan daño. – dijo con las lágrimas corriéndole velozmente por las mejillas.
- Oh claro que no cielo. – dijo Karolina desde detrás de la penumbra, mostrándose vestida enteramente de cuero negro. – Siempre que te portes correctamente y no nos desobedezcas, ahora siéntate para que pueda atarte. – y con esto fue atada de pies y manos.
Natasha no entendía nada, solo quería gritar, llorar desconsoladamente. Notó el avión levantarse del suelo con la suavidad de una pluma volando a ras de suelo y miró por la ventanilla a la Moscú que la había visto crecer, ahora tan lejana.
A medida que el avión avanzaba un solo pensamiento la embargaba.
¿Por qué?
***
Un duro golpe en el suelo la sacó de sus pensamientos, y luego comenzó a dolerle la cabeza. Mirando hacia arriba, para identificar la procedencia del golpe, vio una sombra oscura, que la miraba severamente.
- Levantaros, tenéis un servicio. – le ordenó tajantemente la sombra.
Lo miró, y escupió en el suelo mostrándole su inconformismo. Eso no pareció agradar a la gran figura negra que miraba con los brazos cruzados sobre el pecho desde el umbral de la puerta.
- No me hagas abofetearte de nuevo para enseñarte quien manda aquí gatita. Repito. Levanta ese hermoso trasero que tienes y vete al piso de abajo rubia, tienes un cliente. – y salió.
Se puso la ropa que le había dando al llegar allí. Una muy corta falda de cuero negro y una blusa de color rojo que dejaba al descubierto prácticamente toda la carne de su estómago. Suspiró pesadamente y se secó la lágrima que le había salido involuntariamente por el rabillo del ojo. Era una mujer fuerte, e iba a hacer frente a esto como tal. Era doloroso afrontar la verdad en la que una vivía, pero eso mejor a la muerte.
Se miró por última vez al espejo y se pinto los labios. Cuando acabó se acercó a examinarse el rostro de cerca, y mirando a su reflejo repitió la palabra que había estado evitando todas estas semanas
Prostituta.
Secándose otra lágrima fugitiva se peinó con los dedos y se dirigió a la puerta, decidida a encarar con la serenidad de una princesa de la alta aristocracia la encrucijada en la que se había convertido su vida en apenas 3 semanas.



Descripción:
Bueno, como hacía tiempo que no posteaba algo, ya iba siendo hora y me decanté por mi primer bebé, es decir, el primer relato con el que gané un concurso a nivel local. Que muchos podrán pensar...vaya birria! pero para mi fue una de las cosas mas importantes de mi vida, solo por el mero reconocimiento y por el hecho de que el jurado buscara en internet mis letras porque se pensaban que eran plagiadas de buenas que eran...eso para mi fue lo mejor.
Este relato está condensado y es parte de mi primer libro, tiene otro título y algunos detalles diferentes, pero la temática del libro sigue siendo la misma.

Las imágenes no son de mi propiedad y fueron adquiridas por Google Images. Más concretamente son escenas de la película argentina Secuestro Express, que dan una imagen muy cercana a lo que quiero explicar en el relato. Espero que os guste.

© Macarena Soler Alba / 2010 - All rights reserved.
Para cualquier cosa: macasoleralba@hotmail.com

Personas.


Personas.
Van pasando a lo largo de tu vida como en un cátalogo.
Algunos con más trascendencia que otros.
Personas que admiras.
Personas que quieres.
Personas que amas.
Personas que aprecias.
Personas mejores y personas peores.
Personas buenas y malas.
Personas que sin quererlo, forman parte de tu vida.
Y piensas...¿solo personas?
No. Algunos son familia, otros amores, otros amigos...pero siguen siendo personas que por una cosa u otra, han marcado tu existencia.
El destino nos pone ante nosotros una gran variedad de personas, como si fuera un juego, un puzzle, en el que tú mismo decides donde encajar a cada cual. Puedes equivocarte, o puedes no hacerlo, pero siempre te quedas con una cosa...esas personas, forman peldaño a peldaño una vida, la tuya.

Sinfonía de sentimientos.



Y allí estaba ella, mirando frente a frente a su corazón roto, que no hacía más que preguntarle con cada latido en el que perdía un poquito de vida: ¿por qué?
Ciertamente ella tampoco lo sabía, no sabía cuando había perdido el control de sus emociones ni cuando había dejado su pobre corazón ya magullado, a manos de él.
Cada lágrima que cae es una más nota que se borra en la eterna sinfonía de sentimientos que resuena en su interior.
Hueca.
Vacía.
Incompleta.
Así se siente. Desamor que enmudece su música, que apaga su luz propia. Desamor que le roba vida. Desamor. Maldito desamor.
Se levanta, se limpia las lágrimas y sale por la puerta, dejando caer en la papelera situada al lado de la puerta su corazón, duro y triste, sin vida. Sale de la habitación pero vuelve contrariada, recoge su corazón y lo acuna entre sus manos. Lo quiere, por mucho que haya sufrido, es suyo y es su único compañero en las largas noches de insomnio y soledad.
Sonríe ante un repentino pensamiento y vuelve a acunar su corazón.
Nada está perdido. No totalmente.
Nunca sabe cuando estará dispuesta a ponerse frente a la partitura de su vida, y terminar aquella sinfonía de sentimientos interrumpida.

Lo esencial es invisible a los ojos,solo se ve con el corazon.

El que no es capaz de ver con el,nunca sera capaz de ver la verdadera esencia de las personas y por lo tanto sera el peor de los ciegos aunque pueda ver el paisaje,
pues la verdadera esencia de cada persona se oculta en ese luegar que no se puede ver con los ojos sino desde el fondo de algun luegar recondito,escondido dentro de cada uno de nosotros

EXCELENTES NOTICIAS! :D


Bueno, hoy, es un día realmente IMPORTANTE para mí. Me levanté esta mañana pensando que todo sería como día a día. Nunca sabes cuando la vida te puede sorprender porque en cuestión de segundos este día se ha tornado especial por el simple hecho de abrir un sobre.
He recibido hoy una notificación para autorizar la publicación de uno de mis poemas en la antología "Ritmo-a-poesía. Versos del sur"
¿Mi reacción? GRITAR! no puedo expresar lo que he sentido y la emocion que me ha dado saber que por primera vez desde que tengo memoria, parte de mi sueño se cumplirá. Voy a estar en una libreria colocada, junto con otros escritores, muchos de ellos amigos míos, y han seleccionado mi poema para que el resto del mundo lo conozca.
¿Puede haber algo mejor para empezar? Yo creo que no.
Este es el comienzo de mi sueño. :)

Hoy es día de recomendaciones.

En primer lugar, hoy no vengo a postear fragmento alguno de mis cosas, hoy vengo como lectora y fan a recomendar algunos autores y blogs, que estoy segura que van a saber apreciar.

A destacar, Érika Gael, ha publicado escasamente hace un mes su primera novela "Faery" y la gente ya habla de escritora revelación. Todo un hallazgo que no podeis perder. ¡Corred! Que oí por ahí que los libros vuelan :)
Además de su novela, recomiendo un relato corto suyo que recien termine de leer y quedé totalmente enamorada, aquí os dejo el link, tanto de su blog como de el site para descargar el relato corto que se titula "Alfileres en el corazón"

http://www.scribd.com/doc/28095338/Alfileres-en-el-corazon-Erika-Gael

y para saber más de ella solo tenéis que pasar por su blog
www.erikagael.com

Realmente recomiendo a esta escritora porque personalmente, espero muy buenos proyectos de ella. Y espero, deseo, poder tener el placer de coincidir con ella el aguna feria del libro o por soñar, hacer una colaboracón literaria con ella :)
¡Felicidades Érika! :)



Bueno, hoy era día de recomendaciones y para terminar dejo algunos de mis sites por si quieren encontrarme para lo que deseen, dudas, preguntas, amistad, charlas literarias o incluso para decirme que me retire ya de escribir porque no tengo futuro alguno jajajaja, se acepta de todo

Aquí mi página de facebook (no es mi perfil, sino mi pagina dedicada a mis libros)
http://www.facebook.com/pages/maaCks/107798519255666

Mi twitter, aunque ya podrán verlo en el lateral
http://twiiter.com/maaCks_

Y mi email, que momentaneamente solo uso para correos
macasoleralba@hotmail.com

Tengan un estupendo fin de semana y no dejen de leer. Los lectores son, somos, el futuro de los escritores.

Una de mis partes favoritas de PPC :)



Natasha salió nerviosa del cuarto y pensó en escapar en cuanto sus ojos se posaron en la puerta principal, pero seguramente él la encontraría. Siendo policía lo que menos le costaría sería investigar el paradero de una persona, y habiendo pasado ya tiempo con ella no le costaría ni un ápice reconocerla.
Caminó de lado a lado del recibidor y sintió su estómago quejarse con un crujido que resonó en toda la estancia. Hugo, si no recordaba mal, había dicho que podía comer y además a nadie se le negaba un poco de pan ¿no?
Buscó por cada puerta de la casa hasta que por fin dio con la cocina y entro. Era una habitación de grandes dimensiones con electrodomésticos en color plata y una mesa igualmente plateada en el centro que a simple vista se veía que debía estar nueva, posiblemente porque Hugo comía en el fregadero o simplemente fuera de casa.
Se adentró despacio a través del lugar y sin saber por dónde empezar se dirigió hacia el frigorífico plateado y lo abrió. Los ojos se le iluminaron ante la visión. Había una montaña de comida y entre esas cosas, algunos de sus alimentos favoritos. De nuevo sintió ganas de llorar ante la perspectiva de no tener que discutir por el cotidiano hecho de compartir un mendrugo de pan, pan duro.
Sin pensárselo dos veces cogió una bolsa de pan de molde blanco y algunos paquetes de fiambre. El olor llenó sus fosas nasales y sintió su boca salivar. Logró controlarse y cinco minutos mas tarde tenía ante sí un suculento sandwich de tras pisos con lechuga, pavo, queso y un poco de mayonesa. Natasha se quedó mirando fijamente al plato y sonrió de manera traviesa pensando que estaba sola en aquel lugar y nadie la vería comer de manera apresurada a causa de su horrible hambre. Cogió el pan con las dos manos y abrió la boca desmesuradamente. Estaba a unos centímetros de hincarle el diente a aquel manjar cuando escuchó un ruido suave a su espalda y se asustó. Soltó en sandwich de repente y volvió la vista a su espalda. No vio nada hasta que el ruido de nuevo le llegó a los oídos y supo identificar su lugar de procedencia. En la ventana emplazada encima de la vitrocerámica había una jaula de color blanco con un precioso pajarillo del mismo blanco inmaculado de la jaula con un gracioso y llamativo pico de color naranja. Lo miró con el ceño fruncido durante unos minutos y después se acordó de la nota que le había dejado Hugo sobre la mesa:

Tú...¿Tú eres Charlie? - preguntó mirando al animal, que nada mas escuchar su voz comenzó a revolotear dentro de la jaula.

Natasha se echó hacia atrás por instinto propio al ver la reacción de aquel pájaro y se quedó mirándolo sorprendida, hasta que cayó en la cuenta de que había intentado que un pájaro le contestara:

Seré estúpida, le estoy hablando a un pájaro. Como si él me fuera a contestar. - se rió y seguidamente oyó al animal de piar.

Estaba mirándola fijamente y seguía piando como respondiendo a su pregunta. Natasha lo miró de nuevo y soltó una carcajada. Realmente era un animal muy inteligente, seguramente Hugo lo tendría amaestrado.
Tras quedarse un rato mirándolo y jugando con él metiendo y sacado los dedos entre los barrotes de su jaula, el pájaro comenzó a piar fuertemente y a abrir las alas como queriendo volar.
Natasha lo miró con la mejilla apoyada en su mano derecha y se sintió identificada con él. Ella también había sido cruelmente privada de su libertad y en muchas ocasiones había querido salir volando como Charlie estaba intentando hacerlo ahora, pero nunca había tenido la oportunidad...hasta ahora. Resultaba extraño sentirse identificada con un animal, pero eso era lo que a Natasha le pasaba.
De repente tuvo una idea. Seguramente no debería pensar en tocar nada sin el permiso del dueño de la casa, pero no pudo evitar sentir compasión por el pajarillo y sus ganas de volar libre. Sin pensárselo dos veces se levantó del taburete plateado donde había estado sentada y se puso frente a la jaula buscando el mecanismo que abriera la diminuta puerta de barrotes, tan similar a una prisión, como en la que ella había estado. No tardó mucho en encontrarlo y cuando lo hizó, tiró de la pequeña pestaña hacia afuera y abrió la puerta de la jaula de par en par dándole a aquel animalillo la tan ansiada libertad.
Esperó a que el pájaro se moviera pero no lo hizo, se limitó a permanecer dentro de la jaula sin ni siquiera pestañear.

¡Venga! ¡Vuela pequeñín, eres libre! - le instó.

Charlie siguió sin moverse y cuando Natasha ya se disponía a cerrar la jaula dándose por vencida, el pájaro salió y sobrevoló la cocina. Ella lo miró con los ojos abiertos de par en par y con una enorme sonrisa en los labios. Aquel animal tenía un vuelo precioso y a pesar de si reducido tamaño, era increíble ver el espectáculo que suponía el despliegue de sus alas

¡Sí! - Natasha aplaudió. - Muy bien lindo, ahora corre, vete. - abrió la cortina de la ventana donde había estado situada la jaula.

Natasha no pudo más que mirar boquiabierta al animal cuando este, en vez de salir volando por la ventana abierta, se posó en la encimera y fue dando pequeños saltitos hasta que se subió a su mano. Charlie agachó su pequeña cabeza y en un cariñoso gesto acarició la parte superior de sus dedos con el pico y las plumas.
Ella puso la mano con el dedo índice extendido para darle más facilidad al animal y este, como entendiendo su gesto, se subió a su dedo y comenzó a piar alegremente. Natasha sonrió ante la imagen que se estaba dando ante sus ojos y no supo que hacer, solo acercó al pájaro a su cara y lo miró expectante y emocionada. Charlie abrió un poco las alas y con sus característicos saltitos avanzó un poco hasta que quedó a pocos centímetros del rostro de Natasha, pió una vez más y unió su gracioso pico a los labios de ella.
Natasha miró al animal con los ojos abiertos de par en par por lo que acababa de pasar y tras asimilar la comprensividad del animal, que parecía saber si situación e intentaba darle consuelo, sonrió abiertamente. Extendió la mano y acarició suavemente la cabeza del animal con el dedo corazón. Charlie, contento por el contacto, cerró los ojos y frotó su cabecita contra la mano de Natasha.
Ella se quedó un rato más acariciando al animal y hablándole. Sorprendentemente el animal parecía escucharla atentamente y cada vez que se le escapaba alguna lágrima piaba y abría sus alas, no sabía si regañándola para que no lo hiciera, o simplemente para hacerla reir.
Mirando por la ventana de la cocina, que seguía abierta, vio el paisaje del lugar donde Hugo vivía. Un precioso vecindario donde lo que más destacaba era la cantidad de niños que se podía ver en la calle, bien jugando a la pelota, con sus bicicletas, o a algo tan clásico como era la comba, o el elástico. Sonrió y pensó cuánto le gustaría poder vivir en un sitio como ese. Su relación con Charlie parecía ir por buen camino y el animal tenía la capacidad de darle calma y paz en los momentos en los que preferiría salir corriendo. Pensó por un momento en lo tranquila que sería su vida ahí, pero sus pensamiento y recuerdos, como queriendo torturarla, le recordaron la razón por la que seguramente estaba allí, un policía corrupto con ganas de saldarse una deuda. Como una tonta había pensado que a pesar de su horrible experiencia a causa de su ingenuidad, quedaba personas que se compadecerían con ella y querrían ayudarla. Pero...¿a quién quería engañar? Como bien dijo alguien un día, nada en esta vida es gratis. Y estaba a punto de comprobarlo con su “salvador”




Para cualquier contacto: macasoleralba@hotmail.com (solo correos)

Cap.1 - "Una muerte en cada puerto"


Oscuridad.
Intentó abrir los ojos, solo para darse cuenta de que ya los tenía abiertos. Una inmensa y desconocida oscuridad la inundaba dejándola en un estado de desorientación total. De indefensión.
Se levantó del suelo a tientas, palpando los ladrillos de la mohosa pared en la que se había despertado apoyada. Más oscuridad.
Sus nervios comenzaban a aflorar, las palmas de las manos le sudaban y el corazón amenazaba con salírsele del pecho sin previo aviso. Había algo en ese lugar que no le daba buena espina. Tenía razón.
A lo lejos se oyó un grito agudo. Un grito de dolor. De desesperación.
A ella se le erizaron los vellos de la nuca, el corazón le latía a ritmo acelerado e inconscientemente las lágrimas resbalaban por sus mejillas a causa del miedo y la inseguridad que sentía en la boca del estómago.
Estaba en peligro. Lo presentía.

Más gritos, esta vez seguidos por aullidos de dolor, quejidos y llantos.
Presa del pánico comenzó a correr en la oscuridad sin darle importancia a tener un tropiezo contra un muro o un abismo. Corrió. Inconscientemente los gritos salieron de su boca pidiendo ayuda y las lágrimas salían ahora a borbotones de sus ya enrojecidos ojos.
De pronto un muro infranqueable se cruzó en su camino haciendola caer de culo al suelo. Ella seguía llorando y gritando. Y la ayuda siéndole negada.
Comenzó a dolerle la cabeza, un punzante dolor en la sien derecha le arrancó un gemido de dolor. Comenzó a masajearse ambas sienes con la yema de los dedos en un vago intento por mitigar el dolor que le laceraba, cuando la oscuridad la inundó de nuevo, sumiéndola en la inconsciencia.
Cuando recuperó la consciencia, tuvo miedo. No quería abrir los ojos por temor a encontrarse en la misma oscuridad que al principio. Palpó el mugroso suelo de aquel desconocido lugar sin éxito en descubrir dónde se encontraba.
No quería abrir los ojos. Pero debía.
Poco a poco abrió los párpados, solo para encontrarse en la misma oscuridad que antes. Un grito de dolor brotó de su garganta, seguido de una nueva tanda de lágrimas involuntarias.
Respiración agitada, sudores fríos, presión en el pecho. Necesitaba salir de ahí cuanto antes, pero era incapaz de moverse. Se tiró del pelo en un intentó por reaccionar, y así fue. Levantó su cuerpo del frío suelo de piedra y comenzó a correr, sin pausa y con mucha prisa.
Sus gritos de auxilio no cesaban, y por fin parecieron dar resultado. Llegó hasta un largo y ancho pasillo de baldosas grises iluminado apenas por la tenue luz de una bombilla, que prometía fundirse en el momento menos esperado.

¿Hola? – preguntó ella con la voz rota por el miedo.

No hubo respuesta.

¿Hay alguien aquí? – volvió a decir con la esperanza de recibir una respuesta, por corta que fuera.

El silencio seguía invadiendo la estancia, solamente perturbado por el goteo de un grifo que le daba al pasillo el más macabro de los aspectos.
Ella miraba a todas partes, se sentía desprotegida.
De repente una sombra negra pasó por el final de pasillo. Su corazón dio un vuelco de 180 grados, no sabía exactamente si de miedo o de emoción por ver una posible salida.

¿Hola? – dijo con un tono más esperanzado.

La sombra volvió a cruzar ante sus ojos para desaparecer por el final del pasillo y continuar por unas escaleras. Ella fue detrás, presa de una desesperación indescriptible. Quiso correr, pero sus miembros no respondían. Solo pudo dar pequeños pasos, que se hicieron eternos.
A mitad del pasillo, las punzadas en las sienes volvieron, esta vez con más intensidad que antes. Un grito salió de su boca resonando contra las paredes del pasillo, extendiéndose en un infinito eco por aquel infernal pasillo.
Un millar de imágenes comenzaron a aparecer frente a sus ojos cerrados.
Un pasillo.
Una barca.
Gente desconocida.
Una clase.
Gente alborotada.
Una playa de aguas oscuras.
Una misteriosa figura vestida con una túnica negra que le tapaba desde la cabeza hasta los pies.
Todas las imágenes pasaban por su cabeza como flashes, lo que dificultaba su identificación y hacia el dolor de cabeza aún mas insoportable.
Gritos y gritos de desesperación y auxilio salían de su boca, sin nada para poder mitigarlos.
Gritos y más imágenes flasheadas. Y más gritos. Con un último grito final ella despertó empapada en sudor levantándose de la cama de su habitación con un salto. Miró a todas partes en busca de algo, pero no había nada. Cuando por fin comprendió que todo había sido una pesadilla, ser rió de su propia angustia debido a una simple pesadilla.

Debe ser por que comí chucherías azucaradas antes de dormir. – se dijo a si misma.

Se secó el sudor de la frente, que le caía en minúsculas gotas y apoyó la cabeza en la almohada, repitiéndose mentalmente que solo había sido un sueño. Cerró los ojos, volvió a reírse y se giró de costado debajo de las sábanas.

Solo ha sido una pesadilla. – dijo riéndose mientras cerraba los ojos para volver a dormirse.

¿Sólo una pesadilla?


© Macarena Soler Alba / 2010 - All rights reserved.

Proyectos.

Bueno, realmente hoy no vengo a postear fragmento de ninguna obra mía, sino a otra cosa más importante. Vengo a dar información, a hablar de mis proyectos.
Para este nuevo año tengo en mente jugosas peticiones que no puedo dejar escapar, además, me gustaría despues de 2 años poder seguir con mi "obra maestra" para poder terminarla de una vez y probar suerte en alguna editorial.
Tengo pensamiento de registrar mi primer libro y enviarlo a una emergente editorial de novela romántica para probar suerte.
Además estoy en contactos con el ayuntamiento de mi ciudad para una posible publicación de una de mis obras como historia de la ciudad, además de esperando una respuesta por parte del periodico local para publicar uno de mis relatos cortos, referente a la geografía nuestra también.
Creo que está siendo un año productivo y estoy teniendo momentos de autentica inspiracion que no puedo dejar pasar. Es irónico que el causante de esto sea ver que otras personas como yo han conseguido su sueño, eso me da mas ganas de seguir adelante y concienciarme de que yo si voy a conseguirlo! :)

India, España, Estados Unidos, Irlanda, pueblos de la España profunda, choque cultural, racismo, intolerancia...son algunos de los tópicos que me rondan la cabeza.
Eso y muchas, muchas sorpresas :)

Eso si, esperemos que los exámenes no me maten de camino. :)

Recuerdos.


Él y Ella caminaban cogidos de la mano por una calle mal asfaltada. Se miraban el uno al otro y sonreían, como solo los enamorados pueden hacerlo. Con ese brillo especial en los ojos que te dice que algo especial pasa en tu vida. Como si lo tuvieras todo. Como si nada pudiera empañar tu felicidad. Como si no hubiera final.
Al cruzar un paso de peatones casi inadvertible ella casi se da de bruces con el suelo si no hubiera sido por la mano de él, siempre aferrándola, siempre cuidándola.

- ¿Estás bien cariño? - le preguntó preocupado.
- Sí tonto, solo ha sido un resbalón.

Al cabo de un rato siguieron caminando bajo el cielo encapotado de principios de primavera cuando de repente él se paro y en un arrebato de amor la cogió por ambas manos y le dijo:

- Dime que quieres y te daré lo que sea. Haré lo que sea por tí.

Ella puso un fingido gesto pensativo y tras unos breves segundos respondió:

- ¡Cógeme en brazos!

El se rio pero al ver que el comentario iba enserio se acuclilló un poco y una vez que ella se subió a las escaleras de acceso a un portal cercano se agachó un poco más. Ella saltó en su espalda y la gravedad hizo de las suyas haciéndoles rodar por el suelo.
Risas inagotables siguieron a este momento en el que ambos, observados por todo el mundo, estaban tendidos en el suelo, mirándose fijamente y riendo como nunca lo habían hecho. Pero esto solo son recuerdos...recuerdos de un enamorado.



© Macarena Soler Alba / 2010 - All rights reserved.

Mujeres.


Mujer. Sal. Enfúndate los tacones y decora tu cara con unas pinceladas de maquillaje y una bella sonrisa. Sonríele al mundo. Dale lo que quiere, se tu misma, no te amedrantes. Deja que todo el mundo sepa lo bella que eres por dentro y por fuera. Demuestra que has avanzado, que sabes vivir, que puedes hacerlo sola. Deja que todo el mundo vea que no eres el mero objeto del sexo masculino.

© Macarena Soler Alba / 2010 - All rights reserved.

Crystal Maze

Sabía que la situación en la que me encontraba no era la más idónea de todas para ser feliz. Sabía que lo que me esperaba una vez saliera la verdad a la luz, sería complicado. Pero nunca pensé que la gravedad de la situación me hiciera alcanzar esos extremos, no hasta el punto de querer desaparecer del mundo por el simple hecho de ser...homosexual.

Macarena Soler Alba - 2010

Estudiantes.


Estaba cansada, los párpados le pesaban cual bolas de plomo, y aún no había terminado la tarea. Llevaba toda la tarde trabajando sin parar e incluso había optado por saltarse la siesta que tan necesaria le era después de las clases.
Cuando acabó, cerró los libros y miró al techo, bostezó un par de veces y la inundó una extraña sensación de felicidad y traquilidad que hacía tiempo que no sentía.
Encendió rápidamente el portatil y abrió el messenger, unas cuantas ventanillas hicieron aparición y comenzaron a saludarla. La respuesta fue la misma para todos:

- ¿Qué tal?

- Bien, no se, estoy feliz. Hoy por fin me he concienciado y me he puesto a estudiar definitivamente. ¡Y lo he hecho!

Todos contestaban con risas y emoticonos esbozando una cara sonriente. Pero de todos esos comentarios escuetos fue uno el que realmente le llegó, uno que simplemente mostraba la verdad tal y como era:

- Estás contenta por el esfuerzo, pero más contenta estarás por la recompensa. Ese es mi lema.



© Macarena Soler Alba / 2010 - All rights reserved
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N.N


Y allí estaba yo, sola, como de costumbre, esperando algo que nunca iba a llegar y que además era consciente de ello. No comprendía que la pandilla hubiera cambiado tanto en tan poco tiempo. Aún me acordaba de cuando eramos pequeños y jugábamos al escondite todos juntos, o cuanod bajábamos al patio en pijama y nuestras madres nos tiraban la cena por la ventana en papel de aluminio y comíamos juntos, todo para no dejar que el momento se acabara.
¿Y ahora?
Ahora era raro el día en el que pudiéramos estar todos juntos como antes, y la situación ya no era la misma. Cada uno iba por independiente y o bien estaba destrozándose la vida a base de porros, o bien desgraciándosela con el primero que le había dicho cuatro tonterías y ella le había abierto las piernas.
Todo había cambiado tanto que dolía, y yo era testigo personal de que todo se estaba yendo a la ruina, sus vidas, su juventud...todo.
Y yo seguía allí, sintiéndome como una extraña en un círculo de personas con las que supuestamente había pasado mi infancia.
Quería ayudarlos, pero yo también tenía problemas, y lo que menos me apetecía era que confundieran mi buena fé con ser una entrometida.
Así que seguí observando desde una esquina como las personas que había significado tanto para mi hacía escasamente 7 años llevaban sus vidas por caminos equivocados, a la espera de un futuro negro.


© Macarena Soler Alba / 2010 - All rights reserved.

Dudas.


- ¿Qué te ocurre? Hace días que estás rara conmigo.

Me miró y se quedó en silencio. Un silencio con millones de palabras implícitas que no hacía falta ser muy genio para averiguar.

- Es cosa tuya.

Trató de huir de mí pero el miedo me carcomía por dentro. La agarré de la manga de su chaqueta y la volteé hacia mí, para mirarla a los ojos.

- Dime una cosa...¿aún me quieres?

El silencio se instaló entre nosotros, ella me volvía la cara y no respondía. Por suerte la conocía mejor que su propia madre y sabía que no tardaría mucho en decir algo.

- Yo...no lo se.

Y salió de la habitación, dejándome con la palabra en la boca y mil preguntas en el tintero.



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Espontaneidad.

Ambos estaban sentados frente a una jarra helada de la mejor cerveza escocesa de importación. Sin hablar de nada en particular, simplemente mirando al vacío.

- Yo sigo diciendo que estás enamorado.
- ¿Sigues con eso? - respondió él. - Te he dicho que yo no puedo estar con una persona a la que no entiendo. No soporto que me de una de cal y otra de arena.

Se recostó en el respaldo de la silla y tomó un sorbo de su espumosa. Su amigo levantó la vista y buscó su mirada, él le evitaba pero no le sirvió de mucho. Cuando sus ojos se encontraron su amigo le habló con una claridad aplastante, destrozando todo aquel argumento que el tuviera para exponer.

- Te voy a decir una cosa muchacho. No hay que entender a las mujeres, solamente hay que quererlas.



Macarena Soler Alba - 2010

Reflexiones.

Cuando estás solo en tu habitación, te sientas miras al techo, puede que con un cigarrillo en la mano, puede que no, pero siempre llegas al mismo punto. Pensar.
Piensas en tu vida, en todo lo que te ha pasado, en todo lo que puede estar por venir, que no se como ni por qué siempre tiene algo malo.
Miras a un lado, luego al otro, suspiras y cierras los ojos. Empiezas a recordar.
Eras pequeña/o, todo era fácil, nada tenía complicaciones ni te rayabas por nada, simplemente lo tenías todo hecho.
Los abres y te das cuenta de que ya no es así, ahora eres mayor y tienes responsabilidades.
Los primeros pasos solo, las primeras desilusiones, los primeros amigos...amigos que luego se van pero que sin embargo sigues pensando en ellos, sigues preguntandote: ¿Qué carajo habrá sido de ellos? ¿Se acordarán de mí?
Llegas a la conclusión de que has intentado ser la mejor persona con ellos y todos, casi todos, te han dado la espalda cuando más los has necesitado y aquellos que pensabas que estarían ahí para todo simplemente se han esfumado. ¿Buenos amigos? JÁ. Me río yo del buen concepto de amistad que tienen.
Un verano eres su mejor amiga, te gastas un pastón en ir a verlos por el mero hecho de estar apenas unos minutos con ellos por tener contacto y luego ellos no hacen nada por tí, haciéndote sentir que no has dado nada, que eres una basura de amiga.
Pero la verdad es totalmente contraria, has sido buena amiga y no ha servido de nada.
¿Ser buena? ¿Para qué? Si al final siempre tienes que ser una puta cabrona con el mundo entero.
Das vueltas por la habitación, apagas el cigarrillo y llegas a la verdadera conclusión que buscabas desde el principio.
LA VIDA ES UNA MIERDA Y CON ELLA, TODO LO BUENO QUE CREES QUE TIENE.










A pesar de todo estoy feliz de lo que tengo y he tenido, porque tengo certeza de que lo he dado todo por algo, voluntariamente, y he tocado la felicidad con los dedos durante cierto tiempo, aunque fuera enganñada.

De nuevo.

Otra vez esa sensación.
De nuevo el estómago se me anuda encogiéndose como un niño que juega el escondite.
De nuevo esos nervios previos. De nuevo esa emoción.
Hacía tiempo que me sentía hueca por dentro, que necesitaba expandir mis horizontes.
Hacía tiempo que buscaba desesperadamente lo que ahora me está pasando. Después de un tiempo dejé de perseguir aquella absurda fantasía, para centrarme en las cosas realmente importantes de mi vida.
Y un día sin más...¡ZAS!
De nuevo esa sensación. De nuevo esas mariposas en el estómago.
Y así, sin siquiera llegarlo a notar, me volví a enamorar.

TEQUIERO.