Pura mala suerte.



Hoy, me salgo de mis tipicos posteos con partes de mis libros y relatos cortos para desahogarme. PUTA MALA SUERTE LA MIA JODER.
Resulta, que dentro de 7 días, entro a la universidad. Genial, nueva vida, nuevas experiencias...y nuevo camino para recorrer yo sola :) No estoy en la carrera que quiero, pero aun asi, sigo en lista de espera con esperanza de entrar en la carrera de mi vida...sería completo.
Pues bien, después de 3 malditas semanas para poder entrar y con numeros de lista como 13 y 7....a una semana de entrar en clase, y teniendo en cuenta que las listas bajan cada lunes y el lunes dia 4 comienzan las clases...
TENGO EL MALDITO NUMERO 1 EN LISTA DE ESPERA!
Frustración es lo que siento, pero a la vez...tranquilidad. Puede que los sueños si se hagan realidad y finalmente...pueda dedicarme a lo que realmente quiero.
Traducción para el mundo editorial...allá voy! :D

Vivir sin vida.


- ¡Traed a la siguiente tanda!
Natasha Petrov, sentada sobre un frío suelo de piedra mohosa escuchó la orden dada desde el otro lado de la habitación. El miedo la invadió de nuevo erizándole los pelos de la nuca, haciéndola temblar… y también pensar.
Hacía solo 3 semanas su vida había sido normal, como la de cualquier veinteañera. Tenía sueños, inquietudes, deseos, tenía fuerza para coger el mundo con una sola mano. Un día que había quedado para tomar un café con Alexia, su mejor amiga, esta había llegado agitada y emocionada moviendo una hoja de papel en su mano y con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¡Mira! – había dicho Alexia sonriendo.
- ¿El que Lexi?
- ¡Esto! – y dando un golpe seco en la mesa le había plantado el anuncio delante de los ojos.
En negrita y con letras grandes en un folio se podía leer:
Se requiere joven señorita para casting de modelaje. Que supere el 1.75. No se requieren referencias. Interesadas llamar al 495871 10 01.
No fue fácil, pero Alexia se salió con la suya y tras una larga discusión arrastró a Natasha al casting.
Dos horas después y ataviada con su mejor ropa para salir, Natasha esperaba a Alexia a unas manzanas del lugar donde realizarían el casting para la agencia de modelos. Dentro del edificio de cinco plantas ambas cogieron un destartalado ascensor que subía los pisos a trancas y barrancas. Una vez dentro del lugar, en el tercer piso, les tocó esperar 30 minutos en una sala de espera antes de poder ser atendidas. Cruzando el umbral de la puerta de madera lacada había una enorme mesa rectangular de aluminio con tres personas sentadas a sus espaldas, dos hombres y una mujer.
- Buenos días señoritas… - un hombre de cabello negro azabache y perilla miró la lista y frunció el ceño. – ¿Natasha Petrov y…Alexia Romanov?
- Sí. – dijeron al unísono.
- Entonces comencemos… - dijo el tercero, de melena castaña y ojos oscuros, fríos y perturbadores.
La sesión transcurrió sin ningún incidente en el que tuvieron que hacer gala de todas sus armas, que no eran pocas. Una caminata de aquí a allá, una vuelta sobre sí misma, un poco de expresión facial, y toma de medidas.
Cuando la prueba acabó todas las chicas fueron llamadas en grupo para anunciar el nombre de las elegidas, y disculparse por aquellas que no había podido ser escogidas en aquella ocasión.
- Señoritas – anunciaba la pelirroja. –aunque ha sido una elección complicada la nuestra, tenemos a tres ganadoras.
Natasha suspiró nerviosa, le sudaban las manos.
- La elegidas son… - hizo otra pausa, una pausa en la que Natasha y Alexia olvidaron respirar. – Nina Lébedev, Marya Ivanov y… - de nuevo silencio, esta vez más cargado de tensión que nunca. – Y Natasha Petrov, felicidades a las tres.
Natasha se quedó paralizada. ¿Ella? ¿Había dicho su nombre?
De repente un grito resonó en la sala.
- ¡Aaaaah! – Alexia se lanzó a sus brazos eufórica. – Lo conseguiste Sasha ¡El puesto es tuyo! – y volvió a abrazarla.
Tras unos segundos de desconexión del mundo, Natasha logró reaccionar abrazando a su amiga y saltando con ella de pura emoción. Poco después con un beso de despedida y la promesa de llamarse por teléfono luego para contarse detalle a detalle cada cosa, Natasha y Alexia se despidieron en la puerta del edificio.
- Acuérdate de todo ¿eh? No quiero que omitas ningún detalle. – dijo alegremente Alexia, marchándose sobre sus pasos.
Diez minutos más tarde de la marcha de su mejroamiga y con un bolígrafo azul en la mano Natasha se encontraba sentada en un escritorio justo enfrente del hombre castaño del jurado, y con un contrato delante que no tardó en firmar sin leer.
- Bienvenida a bordo Natasha, mañana a primera hora de la mañana esperamos en el aeropuerto para coger nuestro avión privado. Es un placer contar contigo.
Salió del edificio a una calle que ya estaba iluminada por las luces anaranjadas de las farolas que se extendían a lo largo del paseo como un grupo de luciérnagas en fila india. Con cada paso que daba un pensamiento abrumaba su cabeza. Apenas 12 horas para dejar atrás toda su vida solo para embarcarse en un proyecto de dudoso éxito.
***
A la mañana siguiente y con apenas un poco de colorete en las mejillas y rimel en las pestañas, bajó lentamente las escaleras de la casa en la que vivía con su padre y sacó las maletas al porche. Luego volvió a entrar en la cocina buscando con la mirada la libreta de notas que utilizaba la compra. Garabateó una improvisada despedida y salió al pasillo para echarle un último vistazo a su casa. La casa en la que se había criado. Se tocó el medallón de su madre y se metió en el taxi que la esperaba fuera y la llevaría al aeropuerto.
Una vez allí buscó la terminal de salida de los vuelos privados y le llevó más de 15 minutos encontrar el sitio correcto. Cuando llegó al lugar, este estaba desierto y solo se encontraba Matías de pie en la inmensidad de aquella terminal.
- Creo que llegué temprano, no sabía que…
Las palabras murieron en boca de Natasha cuando Matías sacó de su espalda una pistola Glock 17 en color negro mate y le apuntaba discretamente al pecho, a una corta distancia. Horrorizada levantó la vista hacia Matías que sonreía sádicamente y miró a los alrededores para comprobar que se encontraban solos. Con el miedo empapándole los huesos Natasha se movió junto a Matías en dirección al Jet y subió las escaleras, temblando. Dentro, sus compañeras amordazadas la miraban con los ojos anegados en lágrimas.
- No, no me hagan daño. – dijo con las lágrimas corriéndole velozmente por las mejillas.
- Oh claro que no cielo. – dijo Karolina desde detrás de la penumbra, mostrándose vestida enteramente de cuero negro. – Siempre que te portes correctamente y no nos desobedezcas, ahora siéntate para que pueda atarte. – y con esto fue atada de pies y manos.
Natasha no entendía nada, solo quería gritar, llorar desconsoladamente. Notó el avión levantarse del suelo con la suavidad de una pluma volando a ras de suelo y miró por la ventanilla a la Moscú que la había visto crecer, ahora tan lejana.
A medida que el avión avanzaba un solo pensamiento la embargaba.
¿Por qué?
***
Un duro golpe en el suelo la sacó de sus pensamientos, y luego comenzó a dolerle la cabeza. Mirando hacia arriba, para identificar la procedencia del golpe, vio una sombra oscura, que la miraba severamente.
- Levantaros, tenéis un servicio. – le ordenó tajantemente la sombra.
Lo miró, y escupió en el suelo mostrándole su inconformismo. Eso no pareció agradar a la gran figura negra que miraba con los brazos cruzados sobre el pecho desde el umbral de la puerta.
- No me hagas abofetearte de nuevo para enseñarte quien manda aquí gatita. Repito. Levanta ese hermoso trasero que tienes y vete al piso de abajo rubia, tienes un cliente. – y salió.
Se puso la ropa que le había dando al llegar allí. Una muy corta falda de cuero negro y una blusa de color rojo que dejaba al descubierto prácticamente toda la carne de su estómago. Suspiró pesadamente y se secó la lágrima que le había salido involuntariamente por el rabillo del ojo. Era una mujer fuerte, e iba a hacer frente a esto como tal. Era doloroso afrontar la verdad en la que una vivía, pero eso mejor a la muerte.
Se miró por última vez al espejo y se pinto los labios. Cuando acabó se acercó a examinarse el rostro de cerca, y mirando a su reflejo repitió la palabra que había estado evitando todas estas semanas
Prostituta.
Secándose otra lágrima fugitiva se peinó con los dedos y se dirigió a la puerta, decidida a encarar con la serenidad de una princesa de la alta aristocracia la encrucijada en la que se había convertido su vida en apenas 3 semanas.



Descripción:
Bueno, como hacía tiempo que no posteaba algo, ya iba siendo hora y me decanté por mi primer bebé, es decir, el primer relato con el que gané un concurso a nivel local. Que muchos podrán pensar...vaya birria! pero para mi fue una de las cosas mas importantes de mi vida, solo por el mero reconocimiento y por el hecho de que el jurado buscara en internet mis letras porque se pensaban que eran plagiadas de buenas que eran...eso para mi fue lo mejor.
Este relato está condensado y es parte de mi primer libro, tiene otro título y algunos detalles diferentes, pero la temática del libro sigue siendo la misma.

Las imágenes no son de mi propiedad y fueron adquiridas por Google Images. Más concretamente son escenas de la película argentina Secuestro Express, que dan una imagen muy cercana a lo que quiero explicar en el relato. Espero que os guste.

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