Recuerdos.


Él y Ella caminaban cogidos de la mano por una calle mal asfaltada. Se miraban el uno al otro y sonreían, como solo los enamorados pueden hacerlo. Con ese brillo especial en los ojos que te dice que algo especial pasa en tu vida. Como si lo tuvieras todo. Como si nada pudiera empañar tu felicidad. Como si no hubiera final.
Al cruzar un paso de peatones casi inadvertible ella casi se da de bruces con el suelo si no hubiera sido por la mano de él, siempre aferrándola, siempre cuidándola.

- ¿Estás bien cariño? - le preguntó preocupado.
- Sí tonto, solo ha sido un resbalón.

Al cabo de un rato siguieron caminando bajo el cielo encapotado de principios de primavera cuando de repente él se paro y en un arrebato de amor la cogió por ambas manos y le dijo:

- Dime que quieres y te daré lo que sea. Haré lo que sea por tí.

Ella puso un fingido gesto pensativo y tras unos breves segundos respondió:

- ¡Cógeme en brazos!

El se rio pero al ver que el comentario iba enserio se acuclilló un poco y una vez que ella se subió a las escaleras de acceso a un portal cercano se agachó un poco más. Ella saltó en su espalda y la gravedad hizo de las suyas haciéndoles rodar por el suelo.
Risas inagotables siguieron a este momento en el que ambos, observados por todo el mundo, estaban tendidos en el suelo, mirándose fijamente y riendo como nunca lo habían hecho. Pero esto solo son recuerdos...recuerdos de un enamorado.



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