Reflexiones sobre una vida de verdad.


"Si la vida fuera fácil, perdería todo su interés"

A lo largo de nuestra vida, pasamos por momentos varios con sensaciones varias. Primero eres un niño, y no tienes consciencia de nada. Luego te conviertes en un preadolescente, y crees poder comerte el mundo y cogerlo en la palma de tu mano. Luego te haces mayor y empiezas a comprender posibles errores de los que después te arrepientes pero, sin explicación lógica, volverías a cometer. Luego llega la mayoría de edad o la madurez rápida y ves todo desde una perspectiva diferente...
Sí, es verdad que nadie está exento de tener más o menos problemas a lo largo de su vida pero ¿qué si no? Si no tuvieramos nada por lo que luchar y a lo que enfrentarnos la vida se convertiría en algo tan monótono que acabaríamos por desintegrarnos en nuestro propio yo. Por eso debemos coger nuestra vida por los cuernos, subirnos al tren de nuestros propios sueños y luchar. Luchar. ¿Preferimos quedarnos quietos y ver como todo pasa o pasar a ser parte del juego y sentirnos integrados?
Es por eso que siempre que tengamos dudas debemos mirarnos al espejo y mirar quienes somos, descubrir para que estamos aquí, y no movernos hasta que descubramos nuestro propósito en la vida, porque no será sino ese extraño que te mire desde el otro lado del espejo quien te guie y te enseñe lo que aún te falta por aprender.

En conclusión, no es que estemos solos, sino que a la hora de la verdad tenemos que pararnos a pensar y conversar con nosotros mismos. Nadie más que nuestro yo interior nos sabrá guiar por los caminos escabrosos porque al fin y al cabo, nadie mejor que nosotros mismos nos conoce en cuerpo, alma y espíritu.

0 palabras con sentimiento:

Publicar un comentario